(Fuente: BBC, 2015)

Docente: Néstor Hugo Maldonado. Profesor de Tiempo completo. Facultad de Gobierno y Relaciones Internacionales.

Estudiante: Luis Camilo Rueda Flórez. Estudiante de Gobierno y Relaciones Internacionales de octavo semestre, Universidad Santo Tomás.

Los fenómenos migratorios han sido inherentes al ser humano desde sus épocas más antiguas. Pero hoy día no puede ser tomado como un fenómeno aparte, debido a las construcciones sociales e internacionales que el mismo ser humano ha desarrollado (organizaciones internacionales, estados, entre otros fenómenos organizacionales). Y es debido a dichos procesos que los nuevos actores y las nuevas coyunturas construyen paradigmas inéditos en las relaciones internacionales, sobre estos actores -los migrantes- y sus procesos de construcción de nuevas realidades en aquellos lugares de destino.

(Fuente de imagen: Telesur, 2014)

Por: Andrés Gaitán Rodríguez

Textos de historia nos han enseñado que, durante sus casi quinientos años de vida (a partir del 27 a.C.), el Gran Imperio Romano cimentó caminos a lo largo de Europa y parte del norte de África en su calidad de hegemón de la época. Se relata que, aunque la mayoría de ocasiones estas vías fueron erigidas por arquitectos e ingenieros, en otros momentos, estas conexiones aparecieron espontáneamente con el paso de la “legión del águila” en sus carros, caballos y con su marcha cuando iban hacia las provincias o nuevos territorios por conquistar. Estos caminos, más allá de constituirse como senderos para ir de un lugar a otro, se instituyeron como hilos de poder garantes del control político y militar del centro hacia la periferia. De esta imagen del pasado devino la expresión, “todos los caminos conducen a Roma”.

(Diccionario francés, 2016)

Daniel Arturo Palma Álvarez

Durante los últimos cuatro siglos, los seres humanos hemos sido testigos del surgimiento y posicionamiento de dos estructuras de organización, una política y otra económica, que se han arrogado el papel de gobernar y repartir las riquezas colectivas, a cambio del control sobre las acciones de los ciudadanos. Estas instituciones son el Estado y el mercado. No obstante, en recientes décadas se ha visto una erosión en su legitimidad, como consecuencia de las limitaciones para desempeñar sus tareas a cabalidad. Esto, a su vez, ha dado lugar a iniciativas de empoderamiento civil y autogestión al interior de la sociedad.

 

Fuente: (Revista Semana, 2017)

Por César Augusto Niño González[1]

El 2017 empezó con un creciente recrudecimiento y sistematización de los ataques a infraestructura crítica, fuerza pública y población civil por parte del Eln. Atentados en cascos urbanos, zonas periféricas, en el barrio La Macarena de Bogotá dirigido a la Policía, contra convoyes militares, líderes políticos y campesinos de zonas rurales del país (El Tiempo, 2017) en medio de las conversaciones entre el Gobierno y el Eln en Quito. Un panorama turbio que amerita una profundización sobre la naturaleza del conflicto en concreto.

(Fuente: Revista Semana, 2017)

Luis Alfredo Rodríguez Valero[1]

En julio de 2016, a pocos días de finalizar las conversaciones de paz entre las FARC y el gobierno Colombiano y en pleno auge del debate político y la campaña electoral para el plebiscito de aprobación de los acuerdos, la UNODC y el Gobierno Colombiano publicaron los resultados del Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2015. Entre los puntos de mayor relevancia se señaló el aumento cultivos de 69 mil hectáreas del año 2014 a 96 mil en 2016 (p. 17), con lo cual se volvió a cifras no conocidas desde el año 2007 y se frenó la tendencia de reducción de los últimos años[2].

Noticias

404: Not Found 404: Not Found