(Fuente: El Espectador) 

El final jurídico de las hasta ayer Zonas Veredales Transitorias de Normalización abre el interrogante sobre la seguridad en estos nuevos espacios de capacitación y reincorporación. El Gobierno presentó un plan para garantizar la seguridad en la nueva fase del proceso en estos territorios.

Luego de que el último contenedor con armamento de las Farc, con más de 8.200 armas, saliera la tarde del martes 15 de agosto de las ahora llamadas Zonas Territoriales de Capacitación y Reincorporación, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas anunció la estrategia que tiene contemplada el Gobierno en materia de seguridad para garantizar el cumplimiento de los objetivos de la siguiente fase.

“Fuerzas militares y de policía empiezan una nueva etapa en materia de seguridad, pondrán todo su empeño para que los niveles de seguridad en el todo país funcionen de mejor manera y alcancemos niveles nunca ante alcanzados históricamente”, manifestó este miércoles en rueda de prensa en Casa de Nariño.

Para el ministro, garantizar la seguridad en estos nuevos espacios de capacitación y reincorporación es clave. Por ello se ha determinado clasificar en 3 niveles, según su complejidad en materia de seguridad, riesgo, dificultad en el abastecimiento y acceso,etc., los municipios, veredas, corregimientos y departamentos donde se ubican las zonas veredales:

Alta complejidad. Remedios (Antioquia), Tibú (Norte de Santander, San José del Guaviare, San Vicente del Caguán (Caquetá), Vigía del fuerte (Chocó), Tierralta (Córdoba), Arauquita (Arauca), Vista Hermosa y La Macarena (Meta).

Media complejidad: Buenos Aires (Cauca), Mesetas (Meta), Ituango y Anorí (Antioquia).

Baja complejidad: Fonseca, Pondores (Guajira), La Paz, Miranda, Caldono (Cauca), Policarpa, Tumaco (Nariño), Icononzo, Planadas (Tolima), La Montañita (Caquetá), Puerto Asís (Putumayo), Riosucio (Chocó) y Dabeiba (Antioquia).

 

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Las FARC escogieron nombre para actuar como organización legal en Colombia

(Fuente: RT)

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más longeva de América Latina, informó este martes cuál será el nombre con el que de ahora en adelante serán identificadas en la vida política en Colombia.

Se harán llamar Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia, denominación que les permite conservar las mismas siglas con las que ese movimiento subversivo se mantuvo en el tapete de la historia por más de medio siglo.

Así lo indicó Iván Márquez, miembro del Secretariado de la organización, en el marco de un evento simbólico en el que fueron depuestas las últimas armas del grupo guerrillero, y en cual participó el presidente Juan Manuel Santos.

"No queremos romper los vínculos con nuestro pasado. Hemos sido y seguiremos siendo una organización revolucionaria. Queremos ser la voz de los excluidos, de los sin voz, de los que viven en la miseria, la voz de la gente honesta y buena de Colombia", afirmó Márquez, según reporta la prensa local.

Con ese acto, cumplido este martes, se cerró un ciclo de violencia armada de más de 60 años, como también el proceso iniciado el 23 de junio de 2016, cuando el Gobierno colombiano y la insurgencia pactaron un cese bilateral del fuego. En ese marco, largas negociaciones dieron como resultado el anuncio de hoy, con el que las FARC se constituyen definitivamente en organización política legal.

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Foto del proyecto Exhumaciones: memoria y resistencia de las víctimas LGBTI en el marco del conflicto armado en Montes de María, Colombia.

(Fuente: El País)

Darla Cristina González vivió el conflicto colombiano por dentro y por fuera de la guerrilla. Cuando tenía 13 años fue reclutada por las FARC. Siempre estuvo en riesgo de ir a un consejo de guerra y morir fusilada. Es transexual y se voló del grupo guerrillero por miedo. Ahora tiene 32 años y es la coordinadora de la mesa de víctimas en Nariño (Sur), desde donde reclama un trato diferencial para la población LGBTI que sufrió la guerra que por más de 50 años desangró al país.

 

En los casos que relata el documento se evidencia que el detonante para ser objeto de la violencia en medio del conflicto era simplemente ser o parecer diferente. Los hechos más denunciados son el desplazamiento forzado (73,3%), las intimidación (14,2%), los homicidios (5,3) y la violencia sexual (2,4%). Los victimarios fueron todos. Los golpes venían de la izquierda y la derecha. Las historias hablan de las FARC, los paramilitares, los agentes estatales.

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