Por fin las víctimas del conflicto tendrán dos de sus más esperados monumentos, elaborados con los materiales que resultaron de la fundición de las armas de los hombres y mujeres que hicieron la guerra.
Con estas esculturas se repara de manera simbólica el daño que sufrieron y se reivindica la memoria de sus muertos. Es una forma de decir que Colombia está cansada de la guerra y que las armas que un día se levantaron contra sus hijos no volverán a dispararse nunca más.
El primero de ellos fue instalado la semana pasada en el parque principal de Puerto Boyacá (Boyacá), municipio conocido por haber sido llamado en la década de los 90 la “capital antisubversiva de Colombia”. Se trata de una escultura monumental elaborada por el maestro boyacense José Cristiano Barrera, con parte del material de las armas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Leer más...