Memoria Lectio Inauguralis 2017-I

Por Karen Melissa Cubides Muñoz

Pasante del OSEPP

 El pasado 28 de febrero de 2017, se llevó a cabo la primera Lectio Inauguralis del semestre titulada: “El Papel de los Excombatientes en la Construcción de Paz” en el auditorio menor del edificio Doctor Angélico. El evento contó con la participación de 3 expertos en el tema, quienes a través de las perspectivas de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), la Secretaria de Gobierno de Bogotá y la Fundación Ideas para la Paz; dieron a conocer procesos, logros y retos de cada una de sus organizaciones en torno a la labor con los desmovilizados (mayores de edad) y desvinculados (infantes), en la historia del conflicto armado colombiano. El conversatorio fue moderado por el profesor Daniel Palma y los panelistas tuvieron alrededor de 20 minutos para dar a conocer sus opiniones. Por último, se dio un espacio de preguntas en el que participaron docentes y estudiantes de la facultad.

El primero en dirigirse al auditorio fue el Doctor Ernesto Méndez, representante de la (ACR) y de la postura del Estado con una experiencia de trece años y un trabajo destacado con los excombatientes y sus familias en las zonas veredales. La (ACR) ha hecho un acompañamiento psicosocial a la población desmovilizada desde 2003 hasta 2017, atendiendo a aquellos que están inscritos al (CODA) (Comité Operativo para la Dejación de Armas del Ministerio del Interior), que certifica que estas personas efectivamente sí pertenecieron a un grupo al margen de la ley y están en un proceso de reincorporación a la vida civil. En su intervención habló de la importancia de compartir en los espacios universitarios la política de reintegración social y económica; mostró un panorama de lo que se ha hecho con los desmovilizados y reflexionó sobre el temor de la mayoría de personas por recibirlos en espacios laborales y académicos.

La política voluntaria de reintegración, (incluida en los Planes de Desarrollo municipales), reconoce que el excombatiente es vulnerable porque, por alguna razón, ingresó al grupo armado. En la actualidad, dentro de la agencia hay 15 mil personas, siendo de la (AUC) 47%, (FARC) 42%, (ELN) 8.94% y otros grupos 0.72%; algunos continúan, otros dejan el proceso, pero a todos se les hace un seguimiento especial. La idea desde el principio fue que estas personas tuvieran las mismas oportunidades que cualquier ciudadano, vinculando dimensiones como la personal, productiva, familiar, seguridad, salud, educación, ciudadana y de habitabilidad; mediante un modelo de salud mental en el que trabaja la Universidad Santo Tomás con la Facultad de Psicología y uno de formación avalado por el Ministerio de Educación. En este último los resultados han sido positivos, dado que quienes se reincorporan, logran adquirir títulos profesionales, especializaciones y maestrías.

La segunda intervención estuvo a cargo de la Doctora Camila Hoyos, perteneciente a la Dirección de Derechos Humanos de la Secretaria Distrital de Gobierno; mencionó los importantes retos y trabajo que se avecinan en torno a la reintegración en Bogotá, debido a que la ciudad es receptora de la mayoría de personas en proceso de reintegración. También señaló la necesidad de generar nuevos pactos entre la sociedad, el Estado y los excombatientes, para que se den espacios de reintegración y reinserción. Así mismo, hizo un balance de los planes de desarrollo de la capital, argumentando la existencia de acciones puntuales para la atención de la población desmovilizada, apoyado en una perspectiva de derechos, justicia, escenarios proactivos específicos, y la construcción de una cultura de paz mediante el seguimiento de políticas públicas vinculadas a la educación, la salud y la garantía plena de unas mejores condiciones de vida.

El cierre estuvo a cargo del Doctor Sergio Guarín de la Fundación Ideas para la Paz. Su discurso inició con una cifra: ocho millones de personas (número de víctimas del conflicto armado en el sistema), lo que podría significar, imaginarse a toda la población de Bogotá en esa lista o a la de algunos países de Latinoamérica. Extendió la invitación a asumir el fin del conflicto como una obligación moral y que no debe volver a suceder. Manifestó que Colombia no se equivocó al reintegrar, sistemáticamente, a los excombatientes de los grupos paramilitares y que, siguiendo la ruta de la (ACR), menos del 25% volvió a la ilegalidad, lo cual es una cifra record si se considera que el promedio de reincidencia en el mundo es del 40%.  Sin embargo, pese a la defensa del modelo, enfatizó en que este no es aplicable a las (FARC), porque el proceso con las (AUC), no surgió de un diálogo de paz sino de un sometimiento a la justicia, y dado que en esta oportunidad el grupo guerrillero en lugar de desaparecer quiere transformarse en un partido político.

En este orden de ideas, para el doctor Guarín, en el nuevo modelo sucede algo histórico y es el hecho de que los excombatientes ya están en las Zonas Veredales de Transición, donde las (FARC) entregarán un listado en el que están todos sus miembros: combatientes, hombres y mujeres; milicianos, prisioneros  y, muy importante, menores de edad que se encuentran en las filas. Con esta lista, el Estado determinará quiénes serán los beneficiados del programa de reintegración. Y, aparece una nueva instancia, el Consejo Nacional para la Reintegración que será el encargado del seguimiento. Las personas aquí incluidas tienen tres posibilidades:

  1. Pertenecer al partido político de las (FARC).
  2. Integrar una organización de economía social y solidaria, es decir, una cooperativa de tipo nacional con sedes en todos los territorios: ECOMUN. En donde cada uno, de manera individual, recibirá ocho millones de pesos para la realización de proyectos.
  3. Conformar el Centro de Pensamiento de las (FARC), cuya responsabilidad será construir la plataforma ideológica de la organización política y ejecutar proyectos en todas las regiones.

El conversatorio culminó reflexionando sobre lo poco que la ciudadanía conoce realmente de las (FARC) en cuanto a sus expectativas, deseos y manera de entender la política. Por tal razón, la invitación de los tres panelistas fue la de tratar de abrir la mente y entender sus criterios. De otra parte, en la sesión de preguntas, el auditorio hizo énfasis en la necesidad de datos más concretos, acerca de los procesos que cada una de las entidades está llevando a cabo. Adicionalmente, como conclusión personal, El doctor Guarín afirmó que la mayor causa de reincidencia es que la población desmovilizada encuentra difícil darle sentido a su vida más allá de las lógicas del conflicto armado. Por esto, pese a que es destacable la labor de las entidades representadas y notable su contribución en temas relacionados con la seguridad, convivencia y paz; lo cierto es que el desafío es mucho más grande como sociedad, en términos de darle una nueva oportunidad a quienes después de tantos años retornan a la civilidad.  

 

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